viernes, 6 de septiembre de 2013

El desafío: desandar

Quería comenzar este desafío personal/terminológico, con un verbo que conozco, del cual entiendo el significado. ¿Por qué, entonces, ponerlo en la lista? Bueno, la razón es muy simple: si bien la conozco, esta palabra no forma parte de mi vocabulario diario, ni oral ni escrito. 

Según la RAE, desandar significa "retroceder, volver atrás". Es un verbo que deriva claramente de su contrario, "andar". Sin embargo, hay algo en este término que me hace pensar que la definición de la Real Academia se queda corta. 

definición de la RAE
¿Cómo se explican los matices terminológicos? He leído (y estudiado en la universidad) que los sinónimos totales no existen en realidad. Las palabras casa y hogar podrían ser empleadas como sinónimos y nadie tendría nada que decir al respecto. De hecho, "casa" tiene un significado bastante amplio, por ende, "hogar" forma parte del campo semántico de CASA, pero... ¿estamos seguros que podríamos utilizar "hogar" siempre para referirse a una casa? 
Una casa puede ser una vivienda, una morada, un domicilio, una residencia. ¿Y un hogar? Sí, pero nos damos cuenta de que hay algo más en este término, distinto al de casa. O mejor dicho, "casa" puede significar todo eso junto sin especificar un matiz en especial. "Hogar", en cambio, sí lo hace: hogar dulce hogar solemos decir cuando llegamos a casa después de un largo viaje o de un día poco agradable. "Hogar" en el sentido de la palabra latina lar, que eran los dioses que protegían la casa propia. 


Volviendo a la primera palabra elegida para este desafío, desandar, creo que cuando la usamos (o se usa, ya que yo no suelo hacerlo) no estamos refiriéndonos sencillamente a un retroceso o a una vuelta atrás. Personalmente (si alguien desea contradecirme o compartir su opinión, estaré más que contenta!), cuando pienso en el término desandar, tengo la idea o la impresión de que algo se estuviera deshaciendo, desarmando por decisión propia, algo que requiere mucho coraje, tal vez: 

desandar el camino andado;
desandar lo andado;

Algunos ejemplos:

-Se tiene la impresión -dijo Oliveira- de estar caminando sobre viejas huellas. Escolares nimios, rehacemos argumentos polvorientos y nada interesantes. Y todo eso, Ronald querido, porque hablamos dialécticamente. Decimos: vos, yo, la lámpara, la realidad. Da un paso atrás, por favor. Animate, no cuesta tanto. Las palabras desaparecen. Esa lámpara es un estímulo sensorial, nada más. Ahora da otro paso atrás. Lo que llamás tu vista y ese estímulo sensorial se vuelven una relación inexplicable, porque para explicarla habría que dar de nuevo un paso adelante y se iría todo al diablo.

-Pero esos pasos atrás son como desandar el camino de la especie -protestó Gregorovius.
Julio Cortázar, Cap. 28, Rayuela

Nuestras expediciones consisten sólo en dar una vuelta, y al atardecer volvemos otra vez al lugar familiar del que salimos, donde tenemos el corazón. La mitad del camino no es otra cosa que desandar lo andado. Tal vez tuviéramos que prolongar el más breve de los paseos, con imperecedero espíritu de aventura, para no volver nunca, dispuestos a que sólo regresasen a nuestros afligidos reinos, como reliquias, nuestros corazones embalsamados. Si te sientes dispuesto a abandonar padre y madre, hermano y hermana, esposa, hijo y amigos, y a no volver a verlos nunca; si has pagado tus deudas, hecho testamento, puesto en orden todos tus asuntos y eres un hombre libre; si es así, estás listo para una caminata.
Henry David Thoreau
[...]
No nos conoceremos, distantes uno de otro
sentirás mis suspiros y te oiré suspirar.
¿Dónde estará la boca, la boca que suspira?
Diremos, el camino volviendo a desandar.

Repito, tal vez sea una impresión errónea, pero eso es lo que me pasa cada vez que leo el verbo desandar. Por eso, también, quisiera poder agregarlo a mi vocabulario diario, para que realmente forme parte del mismo y puedan verlo en los próximos posts de este blog. 

¿Será que yo misma he desando el camino más de una vez? Me pregunto si realmente se puede desandar lo andado, si la vida te permite desandar los pasos hechos, los pasos obligados, los equivocados, los acertados también. ¿Podemos desandar nuestra vida, o ese mismo desandar forma parte de la vida misma? Si al fin y al cabo, las idas y las vueltas son dos caras de la misma moneda: el camino que vamos andando, o desandando. 

2 comentarios:

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  2. Desandar el camino... una vez que llegamos a nuestro destino y hacemos lo que hemos de hacer: compras, ir al trabajo, realizar una visita, una consulta médica... y volvemos a nuestro punto de partida simplemente regresamos allí, diría que es el desandar simple jajajajaja ese desandar es automático, quizás no nos aporte nada: es la misma rutina de siempre, no nos damos cuenta de lo bello de un amanecer o un atardecer; no vemos con el alma, vemos con los ojos de la cotidianidad.
    Cuando vamos transitando y llegamos o no a nuestro punto de llegada, pero no hacemos nada porque nos paralizamos, porque no nos atrevemos "a" y nos regresamos eso es desandar el camino con un bloqueo mental producto de una desazón que arropa el corazón y no lo deja fluir al son del Universo; no nos damos cuenta del camino transitado; no vislumbramos luz en el horizonte.
    Desandar la vida: es ir a nuestro pasado una y otra vez según las situaciones del presente, bien sea para martirizarnos o tomar esa parte del pasado para ayudar a otros por la experiencia vivida o por la gran ayuda que nos brinda para salir adelante en un proyecto de vida o en una situación desagradable... también podemos desandar nuestra vida con la ayuda de la hipnosis... desandar hasta el vientre materno o, porque no? hasta vidas pasadas... esa es mi opinión... Me gustó tu artículo...

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